Hay un viejo chiste sobre los economistas que a mí me gusta contarlo ya que es una muy buena forma de auto-critica, independientemente de no se aleja mucho de la realidad, y dice así: “La mitad del tiempo los economistas se la pasan diciendo que es lo que va a ocurrir y la otra mitad del tiempo diciendo porque no paso.”

En Agosto de 2007 estalló el problema de las hipotecas Suprime en EE.UU, lo cual desencadeno un muy fuerte problema financiero en aquel país que derivo en la quiebra de algunos Bancos, en México y particularmente en Quintana Roo se vio reflejado a través de una crisis inmobiliaria derivada de una muy fuerte caída en las ventas en este sector, la crisis inmobiliaria en aquel entonces se resintió principalmente en el año 2008 y se recrudeció en 2009, sin embargo el factor que vino a rematar esta situación en el año 2009, fue un tema de salud pública que en ese momento se consideraba muy grave y que sin embargo visto en retrospectiva no lo fue tanto como lo está siendo la Pandemia que estamos viviendo ahora. Me refiero al tema de la influenza N1H1 la cual provocó el cierre de hoteles y una caída vertiginosa en la ocupación hotelera.

 

Cada vez que hablo de este tema siempre hago la comparación de que hasta el día de hoy ningún Huracán ha sido tan grave como las contingencias sanitarias que hemos vivido, los desastres naturales como los Huracanes incluso me atrevo a decir que son hasta beneficiosos, por lo menos Wilma lo fue en el 2005, ya que los Hoteles tuvieron la oportunidad de renovar sus instalaciones, cambiar camas, cortinas y alfombras con los seguros que cobraron , sin embargo ninguno de ellos pudo hacer lo mismo con el tema de la influenza ya que no había daños materiales que reclamar.

 

A mediados del año 2009 me di a la tarea de organizar el Foro de Inversión de la Riviera Maya, cuya premisa principal planteaba la urgente necesidad de diversificar la economía en el estado, este Foro Internacional, por su magnitud se vino a desarrollar en Mayo de 2011, y contó con la participación de más de 25 organizaciones de diversos sectores como: Académicas, gubernamentales de los tres niveles de gobierno y del sector privado incluyendo a las Naciones Unidas.

 

De este magnífico evento se derivó lo que posteriormente sería la Fundación para la Inversión en la Riviera Maya que hasta la fecha presido y que tiene como misión primordial promover inversiones y sobre todo la diversificación económica en Quintana Roo.

También surgieron una serie de recomendaciones que en su oportunidad se le presentaron a las autoridades estatales en turno y que sin embargo desdeñaron, básicamente lo que se planteaba era la necesidad de promover y fomentar actividades alternativas al turismo para de alguna manera disminuir la enorme dependencia del estado en este sector. Sin embargo no faltaron las críticas en el sentido de que se estaba pretendiendo cambiar la vocación turística del estado, nada más alejado de la realidad, lo que no se comprendió entonces que como economistas nuestra visión era más amplia y desde entonces entendimos después de ver las consecuencias de los eventos ya descritos que ocurrieron en esos años, que si no tomamos precauciones para tener otras actividades económicas adicionales al turismo ante una nueva crisis las repercusiones para el estado podrían ser muy graves.

 

A poco más de 10 años de distancia, de última crisis sanitaria que tuvimos, la lección se está volviendo a repetir y en esta ocasión mucho más grave que la anterior, ya que lo que estamos viviendo hoy es una Pandemia que ha paralizado literalmente al mundo.

 

Me da la impresión que esta ocasión se está generando una consciencia colectiva que en aquel entonces no ocurrió, solo espero que esta sirva para además de para mejorar nuestros hábitos alimentarios y de salud pública sirva también para entender que si bien el turismo en el estado es la principal actividad económica seguida de la industria inmobiliaria, por razones estratégicas no podemos depender única y exclusivamente de un sector, esto insisto no implica abandonar lo que se está haciendo y dicho sea de paso creo que se hace muy bien, sino simplemente entender que podemos tener otros sectores que eventualmente hasta pueden ser complementarios o no, pero que finalmente deberían y podrían mitigar las crisis económicas que quienes estudiamos economía sabemos que son cíclicas y recurrentes, de ahí que no nos espante que ocurran ya que forman parte de la actividad natural de la economía.

De los más de 300,000 empleos formales perdidos en México durante el primer mes de la pandemia más de 60,000 correspondieron a Quintana Roo es decir poco más del 20% nacional, esta es una cifra que bajo ninguna circunstancia debería de hacernos sentir orgullosos.

Por el contrario, siempre hemos presumido el tener niveles de crecimiento muy por arriba de la media nacional, o también nos sentimos orgullosos de aportar un tercio de todas las habitaciones de Hotel del País o la mitad de todos los ingresos que entran a México por concepto del turismo.

Pues bien, esa enorme fortaleza en las circunstancias actuales se vuelve nuestra gran debilidad ya que se estima que el sector no volverá a retomar los niveles de ocupación y crecimiento que traíamos este año, sino hasta dentro de 18 a 24 meses de acuerdo a las proyecciones más optimistas. En tanto que habrá muchos otros sectores que van a tener recuperaciones más rápidas, sin contar los que han crecido como consecuencia directa de la Pandemia.

Nuestras abuelitas decían: “No pongas todos los huevos en una sola canasta” otros dicen: “La vida te hará te repetir la lección hasta que la aprendas” otros decimos: “La diversificación te permite disminuir riesgos ante las crisis económicas”

Concluyo diciendo: “El mejor momento es ahora” si hay que tomar decisiones para iniciar con el proceso de diversificación ya sea en el ámbito personal, o a nivel estatal o incluso nacional , el mejor momento es hoy, hay situaciones que no está en nuestro ámbito resolver, pero en las cosas que si dependen de nosotros actuemos ahora y hagámoslo en un sentido que nos permita disminuir nuestro riesgo ante eventualidades como la que estamos viviendo ya que pensar que no se van a volver a repetir es tanto como no haber aprendido la lección, hay quienes tuvimos la oportunidad de estudiar Historia Económica y otros que la han aprendido a lo largo de la vida, pero ya sea que el conocimiento aprendido sea empírico o no la conclusión es la misma: